16/07/2018
Vistió 14 años la camiseta argentina y tomó la responsabilidad de ser capitana en pleno recambio generacional. Después de disputar tres mundiales y tres juegos Olímpicos, entre otros tantos torneos, Carla Rebecchi decidió dar un paso al costado para ser mamá. En la previa a la Copa del Mundo visitó a las Leonas, compartió unas palabras y además, recordó su paso por el seleccionado.
Luego de quedar afuera de la lista para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, ese mismo año, Carla Rebecchi recibió la primera convocatoria para disputar un torneo mayor. Tenía 20 años cuando Sergio Vigil la convocó para jugar su primer Trofeo de Campeones y en Rosario fue protagonista de aquella medalla de bronce, la primera de tantas que la delantera sumó con la camiseta celeste y blanca. Participó de otros nueve Trofeos de Campeones con seis medallas de oro y dos de plata y dos veces goleadora en los torneos de 2014 y 2016; tres Mundiales con un oro, dos bronces y el premio a la mejor Jugadora junior en Madrid 2006; y tres Juegos Olímpicos con un bronce en Beijing 2008 y una plata en Londres 2012. Los Juegos de Río de 2016, aunque con un sabor amargo en el resultado, fue su último gran torneo antes de la despedida. Un año antes, como capitana, había levantado el título de la Liga Mundial jugada en Rosario.
Ante de que las Leonas se embarcaran hacia el viejo continente, la ex-delantera de las Leonas visitó al plantel junto con Karina Masotta y Magdalena Aicega. "Vi muy bien al grupo y ellas también se sienten muy bien como equipo y grupo. Las vi alegres y unidas y eso me parece que es súper importante para ir a jugar un Mundial y cualquier torneo. Desde mi experiencia transmitirles lo que intenté siempre cuando estuve dentro de una cancha como capitana y jugadora: la entrega, el dar todo por la camiseta, y que sabía que habían entrenado duro, por lo que ahora era el momento de disfrutar", reveló.
Rebecchi sabe muy bien lo que es jugar mundiales, en toda su carrera deportiva tuvo la oportunidad de jugar tres y así lo recuerda: "El 2006 fue mi primer mundial y realmente fue muy especial para mí por ser el primero. Ganamos la medalla de bronce, y aunque quizás no estábamos en las mejores condiciones, teníamos un muy buen equipo. El del 2010 fue algo increíble. El grupo estaba muy bien, muy unido; había algo que se sentía en el aire que no sé bien cómo explicar y lo vivimos con alegría. Estábamos muy bien fuera y dentro de la cancha, era un equipo muy fuerte en todas las líneas, con jugadoras muy experimentadas y con el plus de que fue en casa, con toda la gente alentando. Fue un mundial único y en lo personal haber hecho dos goles en la final contra Holanda lo hizo aún mejor. En cuanto a mi última participación que fue en La Haya, ganamos el bronce, pero quizás no fue el mejor resultado porque si bien hicimos una preparación durísima, después no nos sentimos tan bien en la cancha".
Al momento de ser consultada acerca de si le gustaría jugar otro mundial, la jugadora de Ciudad de Buenos Aires que hace poco fue mamá de Vera junto a Jorge Lombi -ex goleador del Seleccionado nacional- no dudó: "Obviamente digo que sí; me encantaría. Siempre es algo hermoso jugar con Argentina y se extraña mucho el ponerse la camiseta y jugar torneos. Creo que esa es la parte más linda y todas las ex Leonas seguramente digamos que siempre tenemos ganas de jugar".
Prensa CAH.