20/07/2018
Es la actual mejor jugadora del mundo y es argentina. Con 28 años disputará en Londres su tercera Copa del Mundo con las Leonas, un torneo que la encuentra en otra etapa de su vida, con un rol más protagónico dentro del plantel. "Un sueño para este Mundial es no sólo llegar a lo más alto y coronarlo de la mejor forma, sino también sentir como miembro del equipo, que el mismo florece y brilla en el momento en el que lo tiene que hacer", confesó Delfina Merino.
Poco tiempo después de jugar el mundial junior de Boston (2009) con las Leoncitas, Delfina Merino fue convocada para disputar su primer torneo importante con las Leonas: el Trofeo de Campeones de Sydney. Casi sin darse cuenta, aquella jugadora junior pasó a estar en los eventos internacionales más importantes con el combinado albiceleste: Trofeo de Campeones, Copas del Mundo, Juegos Panamericanos y Juegos Olímpicos. Tan sólo el recuerdo de un sabor amargo, quedando fuera de la lista para afrontar las semifinales de la Liga Mundial en 2012. Pero no se rindió. La jugadora formada en el Club Banco Provincia se levantó y dio pelea. Incluso hoy ostenta el reconocimiento a la mejor jugadora del mundo 2017, premio otorgado por la Federación Internacional de Hockey (FIH), la máxima autoridad en la disciplina, que para Argentina sólo supieron ganar Luciana Aymar (2001, 2004, 2005, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2013) y Cecilia Rognoni (2002).
Hoy, a sus 28 años de edad, le toca ser una de las capitanas -junto a Belén Succi- y referente del equipo. Un equipo que tiene un promedio de edad de 25 años y que tendrá a 10 debutantes en cancha. "Somos conscientes de que hay muchas chicas que van a debutar en un Mundial y que somos poquitas las que tuvimos la oportunidad de jugar un Mundial en años anteriores, pero siempre hay una primera vez para todo y creo que algo importante a destacar es que pudimos incorporar en el último tiempo a Nelly (Giscafre, psicóloga) para que empezara a trabajar todas esas sensaciones, ansiedades y presiones que va sintiendo el equipo. Nosotras no por ser más grandes dejamos de sentir presiones, sino que al contrario, queremos aliviar a las más chicas y hacernos cargo de situaciones más importantes para que ellas se relajen y disfruten", explicó Merino. "Pero todas las que van a debutar no sólo tienen las herramientas adentro de la cancha, sino que están bien preparadas. Se entrenó mucho y se está haciendo todo lo que necesitamos y tenemos a nuestro alcance para llegar de la mejor forma", agregó.
Con 20 años, Merino quedó entre las convocadas para afrontar la Copa del Mundo de 2010 jugada en Rosario, una experiencia que la delantera argentina recuerda con mucha alegría: "Tengo un recuerdo muy lindo de ese mundial, no sólo porque salimos campeonas y porque se jugó en Argentina, sino porque lo compartí con jugadoras que yo miraba por la tele cuando era chiquita y fue realmente un sueño. Este mundial llega en otra etapa de mi vida: va a ser mi tercer mundial. Tenía 20 años cuando jugué el primero, hoy tengo 28 y creo que en estos ocho años fui creciendo en un montón de aspectos, tanto como persona, como jugadora".
¿Cómo se trabaja el que Argentina no haya bajado de un podio en las últimas cuatro ediciones en Copas del Mundo? "Las Leonas tenemos una historia, las camadas anteriores ayudaron mucho a que la historia sea, sobre todo, de podio. Somos conscientes de que es un equipo que está en crecimiento, que se está forjando, que muchas van a jugar su primer Mundial y no es lo mismo que cualquier torneo; seguramente va a haber mucho nerviosismo antes del debut, pero trataremos de que sea una situación en la que se pueda fluir y no haya tantas presiones. Tengo mucha expectativa en el equipo y una ilusión muy grande. Estoy convencida de que no vamos a ir solamente a participar de la Copa del Mundo, sino que trataremos de tener un lugar en las páginas principales", se ilusionó Merino, quien lleva disputados 263 partidos internacionales.
"Un sueño para este Mundial es no sólo llegar a lo más alto y coronarlo de la mejor forma, sino también sentir como miembro del equipo, que el mismo florece y brilla en el momento en el que lo tiene que hacer", confesó.
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