El molino dorado es un nombre simbólico que le pusimos a un plan que intentaba mejorar la fuerza explosiva, la potencia y la resistencia especial. Siempre le ponemos nombres simbólicos en función del torneo que vamos a jugar, en su momento “El Everest” para el mundial de Rosario porque el Everest es la montaña más alta, y llegar a la cima era salir campeón del mundo, y bueno se dio. Después fue “Big Ben” porque es el emblema o un ícono de Londres y justo fueron 24 jornadas de cargas intensas, como las 24 horas del reloj. Y ahora le pusimos Molino Dorado, porque el molino es otro de los íconos de Holanda y dorado porque es el color de la medalla que intentaremos ganar. 

 

Fueron 5 semanas de lunes a viernes, arrancábamos bien temprano a las 8 de la mañana, con absoluta puntualidad, característica de las chicas. Más o menos estábamos 1 hora, 1 hora y media en el gimnasio entrenando 5 grupos distintos con 5 planes que se iban rotando de lunes a viernes. El plan involucró también parte de la pista, para la parte funcional, y la pileta de natación con un entrenamiento de resistencia especial. Me parece que es un entrenamiento de firmeza mental muy importante, porque sacarlas de la cancha y meterlas en un medio no habitual como es la pileta, te entrena mucho la fuerza mental.

 

Cada jornada empezaba de una manera muy particular. Cada chica traía un molino pintado de acuerdo a lo que ella creía que debía hacerlo. Pero no solo lo traía pintado y lo presentaba, si no que transmitía un mensaje. De alguna manera expresaba la idea que tenía esa jugadora con respecto al equipo, del mundial, del proceso, era algo que te diría bastante emotivo con que se arrancaba la jornada, nos predisponía muy bien. Fueron 25 molinos distintos. Al final yo propuse hacer un concurso, que ellas mismas votaran, no el molino más lindo, si no el que les había impactado más, no solo por el diseño si no por el mensaje que les había dejado. Salió bárbaro porque las chicas crecieron físicamente una enormidad, pero no se habría podido conseguir nunca si no es por la gran predisposición que le pusieron. Están convencidas que a la habilidad y al talento natural que tienen ellas, si le agregan la condición física de excelencia que tienen que tener van a ser un equipo realmente muy importante en el mundial y vamos a estar sin ninguna duda definiéndolo.

 

Ahora estamos en una etapa de soltura porque esto muscularmente las ha hecho crecer mucho, y ahora necesitamos estar un poquito más finos, más coordinados, más agiles, por eso ahora el gran porcentaje de trabajo se lo lleva la cancha y también la pista para que todo lo que se creció en el gimnasio después se vuelque a las traslaciones. El gimnasio buscaba la velocidad de los gestos, la velocidad del tren inferior, la velocidad del tren superior, y ahora estamos buscando velocidad de los traslados.

 

Ahora viene una parte que son detalles, pero no dejan de ser importantes. Estar con onda y energía positiva, buscar que los tiempos libres sean sustanciosos, que las ansiedades con alguna actividad recreativa allá bajen al nivel, y pulir las cosas que pueden llegar a ser importantes, como es el córner, las jugadas fijas. Porque realmente llegar una semana antes al Mundial, 8 días, No va a dar demasiado crecimiento ni físico, ni técnico, ni táctico. Simplemente es lo actitudinal, lo emocional, que se potencie y se encuentre en su mejor forma. 

 

Te diría que lo veo casi con la misma condición. Fundamentalmente en la actitud lo veo muy parecido, realmente. Hoy por ejemplo hicimos un entrenamiento muy duro en la pista y en algún momento pensé si tenía que sacar alguna serie al final, pero realmente por la actitud de ellas terminamos el entrenamiento completo a pesar de que era muy agotador. Así nos pasó en Rosario, cuando fue el Mundial. Faltando 15 días para el torneo estaban entrenando con una actitud tremenda, así que te diría que en ese aspecto lo veo igual. Por ahí quizás bastantes jugadoras distintas pero que se han incorporado en la mecánica del equipo sin ningún inconveniente.